lunes, 17 de agosto de 2009

Dificultades en la escritura

Escribir cualquier tipo de texto requiere, necesariamente, de un proceso de escritura. Sería lógico pensar entonces que así como se le da importancia al momento de la redacción, también se le otorgase igual valor al antes y al después de la escritura. Sin embargo, la mayoría de jóvenes universitarios no son conscientes de esta situación, pues suelen, por parecerles innecesarias, saltarse las distintas etapas que hacen parte de la elaboración de un escrito. Es allí donde empiezan a surgir una serie de dificultades que entorpecen la labor de escribir, como lo menciona Paula Carlino en su artículo El proceso de escritura académica: Cuatro dificultades de la enseñanza universitaria”.

La autora de este artículo es clara en mencionar que existen cuatro dificultades en los jóvenes universitarios para la elaboración de sus textos. La primera consiste en no tener en cuenta al lector para la realización de los escritos, es decir, no ser consciente de la necesidad de crear ese diálogo tan importante entre quien redacta las ideas y el destinatario que las lee. Esto, indiscutiblemente, empieza a generar serías falencias en los textos, pues no hay un propósito definido dentro de ellos; al no pensar para quien escribo, estoy plasmando ideas que, tal vez, no crearán el impacto deseado.

Como segunda “predisposición”, Paula Carlino menciona que en muchas ocasiones los universitarios no realizan la relación del contenido o temática a trabajar con las características de los destinatarios, es decir, que no se preocupan por organizar la información para que sea comunicada de mejor forma al lector. De cierta manera, en el artículo se expone que es necesario “transformar el conocimiento”, entendiendo esta frase como una manera de adecuar lo que el escritor sabe y maneja, para conseguir el propósito que, se supone, se ha planteado desde un principio.

Así vemos que la autora ha hecho alusión a dos tipos de dificultades que se encuentran en el proceso previo a la escritura. Pensar para quien va dirigido el texto y elaborar las relaciones entre propósito y contenido son aspectos que se hacen previamente a escribir. Sin embargo, Paula Carlino no solo hace mención de esta etapa, sino que también, en su tercera dificultad, nos deja ver que los estudiantes presentan problemáticas para la revisión de sus textos (el después de la escritura.). Usualmente lo que hacen es dar una revisión muy específica de algún detalle del texto, sin preocuparse por mejorarlo globalmente. No tratan de confrontar las ideas ya plasmadas para ver si estas se pueden replantear, con el fin de otorgarle mayor sentido al texto. “La unidad de análisis que perciben los estudiantes al revisar su escritura son las palabras o frases, pero no el texto en su conjunto.” (Carlino, 2004)

Como cuarta dificultad (que también hace parte del antes del proceso), en el artículo se afirma que los estudiantes tienden a postergar el momento de empezar a escribir. El documentarse de muchas fuentes y no anotar ideas que puedan ir surgiendo, crea en los escritores demasiada acumulación de información, que al no estar organizada, obstaculiza la redacción de las ideas. Como no se tiene un horizonte claro y la lectura de tantas fuentes ha dificultado la elaboración de una postura propia, el estudiante intenta alejar el momento de la redacción.

Así, Paula Carlino expone lo que, en mi opinión, son cuatro dificultades que suelen presentarse en los jóvenes universitarios a la hora de pensar, ejecutar y revisar un texto, incluyendo mi propia experiencia. Son situaciones que se repiten constantemente y que determinan en gran medida el éxito de los escritos. Comparto plenamente la postura de esta autora porque en la lectura del artículo me sentí identificado muchas veces, comprobando que es una realidad lo que ella expone.

De esta manera, creo sinceramente que es de vital importancia que los estudiantes universitarios empiecen a valorar el proceso de escritura, como un conjunto de etapas esenciales e imprescindibles para la elaboración de sus textos. A medida que se vaya siendo consciente y se le vaya otorgando valor a el reconocimiento e identificación del los lectores, a una revisión completa y global de los textos, etc. Se empezará la creación de mejores escritos, con un propósito definido y una muy buena estructura. Nadie dijo que escribir fuese una tarea fácil, pero depende de cada uno de nosotros convertirla en una actividad no problemática, con la ayuda, claro está, de docentes y demás formadores académicos.

Bibliografía

- Carlino, P. 2004. El proceso de escritura académica: Cuatro dificultades de la enseñanza universitaria. Revista Educere, julio-agosto, vol 8. 321-327. Extraído el 16 de agosto de 2009 desde http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=35602605

1 comentario:

  1. Me parece excelente la introducción que haces para iniciar el comentario del texto. De igual forma, finalizas con un párrafo bien interesante. Considero que plateas de forma clara las ideas de Carlino. Por otro lado, con tu escrito me has permitido ver que tienes una forma particular de escribir. Además, plasmas de manera adecuada pequeñas ideas u opiniones con respecto a los planteamientos de la autora.

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